En nuestro palpitante, emociante, exótico y divertido viaje a Marruecos, paseando por Marrakech nos saltó una herradura de uno de los caballos de las numerosas calesas que transcurren por sus calles.
¿Fue mala suerte o buena suerte? je je. En principio fue buena, ya que la fuerza que llevaba era tal que si nos llega a dar no sé qué nos hubiera ocurrido.
Mariam que la vio salir disparada corrió hacia ella como si de repente esto significara que su suerte iba a cambiar de ahora en adelante por el mero hecho de que una herradura se hubiera puesto ante ella. La agarró tal cual Gollum con su tesoro.
La herradura fue a parar a una bolsa con diversos turbantes de regalo y dentro de la maleta de mano, las únicas que habíamos llevado, y... nos olvidamos.
En el control del aeropuerto, pasé la última y veía a los tres alrededor de mi maleta, mirando, encogiéndose de hombros... fue como...
- ¿Qué es eso que se ve?
Llegué y lo ví en la pantalla, y, aunque la imagen no era clara, enseguida supe lo que era y que de ahí no iba a pasar.
Inconscientemente te pasan mil cosas en un instante por la cabeza, ¿qué me invento?, ¿qué hago para que no lo vean?, pero es que lo están viendo, y si les digo que es otra cosa, qué tontería!, pero ...
- Una herradura
No hubo 'por favor' 'por favor' que valga, la herradura se quedó en el control y la cara de 'mi tesoro' se desvaneció...
- Jo, con la suerte que había tenido, ¿no? para una vez que se me aparece... pues me hacía ilusión. yo que creo en esas cosas....
Le contesté:
Vas a tener que empezar a creer en dejarte de tonterías
Hoy me ha sorprendido con un regalo que se ha hecho, no sólo a sí misma, sino a todos al hacer de ella la frase afortunada de nuestro viaje
Es la inscripción en un brazalete que se trajo de recuerdo. La completa no cabía, pero... Creo que el sentido queda reflejado perfectamente :D

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