Ayer salío publicado en 'El País' la muerte por hipotermia y fatiga extrema de una... no me queda claro si excursionista ó montañera, vizcaína en Gredos, concretamente en la ruta del Puerto del Peón, que tantas veces hemos hecho
No puedo evitar que se me ponga el vello de punta.
Desgraciadamente este tipo de accidentes ocurren con más frecuencia de lo q pensamos y, aunque el artículo tiene un enfoque diferente, muchas veces no somos conscientes de lo que es la Montaña y del peligro que conlleva.
Gredos es maravilloso, tiene rutas espectaculares y lo adoro por lo que me hace sentir cuando caminamos por sus picos y por estar relativamente cerca, por ser de lo más cercano que tenemos desde Toledo.
Pero Gredos es Alta Montaña y no siempre tomamos conciencia de ello.
Cómo olvidar cuando Jesús y yo subimos al pico del Moro Almanzor y decidimos bajar por un camino diferente al que habíamos tomado en la subida.
Los hitos nos jugaron más de una mala pasada llevándonos a caminos sin salida que nos avocaban a precipicios y que nos obligaban a retroceder y buscar salida por otra ruta. Retroceder cuando el cansancio acucia es desesperante. No hay caminos marcados, todo es piedra y te guías por los hitos. Ya no sabes exactamente el camino q has traído ni el q debes seguir. Retroceder y seguir por otro lado son horas, y las fuerzas ... flaquean.
Y esto, dentro de lo malo, en verano, sin frío y con muchas horas de luz por delante, lo que además nos permitía orientarnos y ver el refugio Elola allí abajo. De no haber sido así, el panorama hubiera cambiado totalmente.
Aún de esta manera la ruta nos llevó muchas más horas de las planeadas, el agua se nos acabó y cuando por fín conseguimos bajar a la laguna grande estabamos deshidratados.
No quiero pensar lo que es perderse en invierno con frío, con nieve y lo peor, con niebla.
Hay que saber a lo que se va y ir preparados y concienciedados.
Aun así....
Tampoco puedo olvidar un intento de subida a 'La Mira'. Esta vez sí, con frío y nieve. El temporal era cada vez peor, el viento cada vez más fuerte, levantaba la nieve que nos azotaba la cara, dejando la visibilidad muy limitada. La nieve estaba blanda y a medida que avanzabamos cada vez nos hundíamos más.
Cuando estás allí, tienes que tener cabeza. Pero la montaña te llama y te dice... un poco más, no pasa nada. Ante la nieve: sigue, no pasa nada, ante el temporal: sigue, no pasa nada, cuando hay q trepar: sigue, no pasa nada. Y te empeñas y te empeñas en seguir cuando a veces hay que decir: hasta aquí hemos llegado, siendo consciente cada uno de sus propias posibilidades y siendo conscientes de que hay veces que simplemente hay que darse la vuelta.
Aunque he sido regañada por 'seguir más de la cuenta', creo que supimos darnos la vuelta a tiempo.
A la montaña hay que ir a disfrutar, no a sufrir. Para eso está.
Este sábado seguramente subamos al Pico del Moro Almanzor. Por primera vez para nosotros con nieve helada, bien abrigados, con crampones, con piolet y sobre todo... con cabeza, I promise.
No hay comentarios:
Publicar un comentario