viernes, 30 de noviembre de 2007

Marta y María

"Yendo por el camino, entraron en un pueblo.
Y una mujer, llamada Marta, lo hospedó en su
casa.

Tenía ella una hermana, llamada María, que se
sentó a los pies del Señor y permaneció escuchan-
do sus enseñanzas.

Marta se agitaba de un lado a otro, ocupada en
muchos menesteres. Entonces se aproximó a Jesús
y le dijo:

-¡Señor! ¿No te importa que yo esté sirviendo
sola? ¡Ordena a mi hermana que venga a ayudar-
me!

Respondióle el Señor.

-¡Marta! ¡Marta! ¡Marta!

Andas inquieta y te preocupas por muchas cosas.
María, en cambio, eligió la mejor parte, y ésta
no le será arrebatada.
Lucas X, 38-42"


Desde pequeña guardo en papeles, libretas, cuadernos y demás, citas y textos que leo y me gustan, me dicen algo especial ó, simplemente me llaman la atención.

Papeles y notas que, por supuesto nunca sé donde dejo y que he perdido en mudanzas, ordenando cajones y todos esos menesteres.

A lo mejor aquí no los pierdo :)

Estos versículos del Evangelio de San Lucas siempre me han encantado. Y mucho más me encantó encontrármelos en ese libro tan especial, e imposible de dedicar, de Paulo Coelho, "El Alquimista".

lunes, 26 de noviembre de 2007

Mureithi Kinywa

En 1998 apadrinamos a un niño, Mureithi, en Tharaka, Kenia. ¡¡Cómo pasa el tiempo!!, hace ya 9 años…

Hoy hemos recibido una carta de Ayuda en acción en Kenia, comunicándonos que han conseguido que la comunidad de la que “cuidábamos”, aportando nuestro pequeño granito de arena, sea autosuficente.

¡¡Dios mío!! Qué buena noticia, y a la vez… ¿por qué me deja este nudo en la garganta?

Miles de pensamientos se me acumulan en la cabeza. Felicidad, por que se haya conseguido que una comunidad así pueda salir adelante por sí mismos, por ver cómo el esfuerzo de muchos y la humilde colaboración de otros, da sus frutos.

Y a la vez… ¿Qué pasa con mi niño? 9 años apadrinándolo y deja de ser mío… miles de dudas me asaltan. ¡qué poco le he escrito! ¿me doy cuenta ahora? ¿Qué concepto tendrá de mí?. Hoy, junto con la noticia, he recibido su última carta… esas cartas q cada vez q llegaban abría con tanta ilusión.

No pensaba en que se acabaría. Suponía q algún día tendría que apadrinar a sus hijos, porque él no iba a ser pequeño para siempre, pero, bueno, lo veía lejano. Ya sé que el concepto de “apadrinar un niño” no es exactamente así, no se ayuda sólo a él, pero… me gustaba verlo así, como mi pequeño ahijado.

Ahora que veo que es el final de una etapa, me gustaría hacerle llegar mi gratitud por haberme dado la oportunidad de hacerme sentir mínimamente últil, de que con un mínimo esfuerzo, he podido colaborar a su enseñanza y educación, y un poquito a que él y su familia salgan adelante.
Gracias Mureithi por darme esta oportunidad y mil perdones por no haber colaborado un poco más a tu felicidad cotidiana con esas cartas, postales de Toledo y demás que tanto agradeces.

Comenzaremos una nueva etapa en Tangulbei. Mi nuevo niño o niña será, por supuesto, recibido con los brazos abiertos.

Mil besos y…. Adelante!!